viernes, 21 de octubre de 2011

El trabajo liberador de Bartolomé de la Casas

Por Jesús M. Herrera A.

En esta ocasión hablaremos de un pensador español, que vivió en el tiempo en que liderados por Cristóbal Colón, los españoles llegan a lo que habrá de ser América; se trata de Bartolomé de las Casas (Sevilla, 1484), quien fue religioso dominico. Expondré algunas de las ideas que muestran el trabajo realizado por este personaje, en favor de la libertad de los indios de la Nueva España.

Bartolomé de las Casas denuncia la esclavitud como algo contra-natura, la esclavitud, durante el periodo de la colonia, se tenía como natural cuando se toman como inferiores a los indios, ya que en ese tiempo se hacía una lectura muy maquiavélica de Aristóteles, precisamente para justificar como natural la esclavitud. Y por lo anterior es que Las Casas alude a la inocencia de los esclavos: “…son tantas las particularidades que en estas matanzas e perdiciones de aquellas gentes ha habido, que en mucha escritura no podrían caber (porque en verdad que creo que por mucho que dijese no pueda explicar de mil partes una), sólo quiero en lo de las guerras susodichas concluir con decir e afirmar que en Dios y en mi conciencia que tengo por cierto que para hacer todas las injusticias y maldades dichas e las otras que dejo e podría decir, no dieron más causa los indios ni tuvieron más culpa que podrían dar o tene un convento de buenos e concertados religiosos para robarlos e matarlos y los que de la muerte quedasen vivos, ponerlos en perpetuo cautiverio e servidumbre de esclavos[i]”.

Se trata de una inocencia tal, que se les llegó a atropellar a los indios, a ser injustos aun cuando los conquistadores tuvieran que defenderse de los ataques de los indios. Las Casas denuncia, en general, todo el sufrimiento que le ocasionaban a los esclavos. Más, lo que sí es natural y va a defender el dominico, es precisamente la libertad, lo cual predica Las Casas siguiendo la enseñanza de Tomás de Aquino[ii].

Y es que Las Casas tendrá que luchar muy duramente contra Ginés de Sepúlveda, para librar a los indios de la consideración de ser bárbaros (que en otros tratamientos se trata de la barbarie como sinónima o paralela a eso de que se haya negado racionalidad, y por ello humanidad a los indios), así, ipso facto, se habrían de tener a los indios por naturalmente esclavos.

Además de que Las Casas pelea por abolir la esclavitud, también él busca que se les devuelvan sus posesiones a los indios[iii].

En cuanto al repartimiento de indios a través de la Encomienda, Las Casas nos describe cómo y cuánto se explotaba a los indios, por ejemplo: “Oficial del rey hobo en esta isla [de Cuba] que le dieron de repartimiento trescientos indios e a cabo de tres meses había muerto en los trabajos de las minas los docientos e setenta, que no le quedaron de todos sino treinta, que fue el diezmo. Después le dieron otros tantos y más, e también los mató, e dábanle más y más mataba, hasta que se murió y el diablo le llevó el alma[iv]”.

Si Las Casas emprende toda una lucha en contra de la esclavitud, también tendrá que ir a oponerse a la Encomienda y el repartimiento, pues la encomienda es una institución de servidumbre, por la cual se explotaba a los indios; los encomenderos eran quienes recibían indios para cristianizarlos en teoría, pero en la práctica era muy común que sólo se les explotara cruelmente y sin remuneración, “En las obras de Las Casas encontramos siempre unos pocos temas que son avalados con toda clase de argumentos: teológicos, jurídicos, filosóficos o históricos. Esos temas son: la denuncia de las encomiendas, la ilicitud de la conquista americana, la necesidad de una evangelización pacífica… Denuncia el régimen de encomiendas y repartimientos llevado a cabo por los conquistadores… Las Casas adoptará una posición inequívoca sobre este tema [de las encomiendas]. Pedirá una y otra vez la supresión de las encomiendas... En el Octavo remedio, presentado al rey en 1542, pedía la supresión total de las encomiendas y la incorporación directa de los indios a la Corona como súbditos del rey español. En este caso defiende a los indios afirmando que son "españoles", que son súbditos de su majestad, y que deben ser gobernados directamente por él y no mediante otros "señores interpuestos"... Las encomiendas eran un sistema feudal de señorío que se trasplanta a América y que suponía una "privatización" del poder político[v]".

Más, todo esto no sólo va por la visión ya tan adelantada, que De las Casas, en cuanto a Derechos humanos y Derecho internacional se refiere, mismas que vienen influenciadas por las enseñanzas de Vitoria y Soto[vi], sino que también por conversiones personales, lo cual implica que su celo por la liberación y el cuidado de los indios, no es una utopía simplista, como quiere proponer Pedro Sánchez Ruiz[vii], llegando a decir que “Era el de las Casas el tipo perfecto del perturbado mental, demagogo e inquieto agitador y tenía la cabeza llena de desatinos y utopías[viii]”.

Se trata, dice Beuchot, de dos conversiones, mismas que nos parece que muestran el ánimo y objetividad del trabajo de Las Casas en favor de la liberación de los indios: “En 1511 [Las Casas] escucha a fray Antón Montesinos, el dominico, quien denuncia en un sermón las injusticias contra los indios. Pasa a Cuba en 1512 como capellán militar, y sigue teniendo encomienda de indios. Pero en 1514 renuncia a ser encomendero y tiene su “primera conversión” a la defensa de los indios. Va con Montesinos a la corte. Fernando el católico había muerto, y Cisneros y Adriano de Utrecht se hacían cargo del gobierno. Las Casas es nombrado protector de los indios… Pide la abolición real de la esclavitud y más justicia, pero es destituido de su cargo de protector… Después de ese fracaso ocurre su “segunda conversión”. Las Casas ingresa a la orden dominicana en septiembre de 1522. Hace estudios teológicos y jurídico, a pesar de estar ya ordenado sacerdote, y empieza a escribir[ix].”

Continuará en la siguiente columna.


[i] Brevísima relación de la destruición de las Indias, colegida por el obispo don fray Bartolomé de Las Casas o Casaus, de la orden de Santo Domingo, año 1552, Fué impresa la presente obra en la muy noble e muy leal ciudad de Sevilla, en casa de Sebastián Trujillo, impresor de libros. A nuestra señora de Gracia. Año de MDLII.

[ii] Cfr. CASTILLO Vegas Jesús Luis, LA FUNDAMENTACIÓN DE LA DEFENSA DE LOS INDIOS EN BARTOLOMÉ DE LAS CASAS, Universidad de Valladolid, texto obtenido de: http://www3.uva.es/simancas/congreso_derechos_humanos_Valladolid/noticias/Castillo_Vegas.htm

[iii] Idem.

[iv] Brevísima relación de la destruición de las Indias, op. cit.

[v] LA FUNDAMENTACIÓN DE LA DEFENSA DE LOS INDIOS EN BARTOLOMÉ DE LAS CASAS, op. cit.

[vi] BEUCHOT Mauricio, Filosofía social de los pensadores novohispanos, IMDOSOC2, México: 2000, p. 17

[vii] En su obra Nacimiento, Grandeza, Decadencia y Ruina de la Nación Mexicana, Honor y Fidelidad (Tomo I), México: 2005, p. 149.

[viii] Idem.

[ix] BEUCHOT Mauricio, La querella de la conquista. Una polémica del siglo XVI, Siglo XXI3, Coleción Nuestra América (N. 38), México/Buenos Aires, p. 57.